Gabriel Orozco, es autor del artículo «El concepto de la seguridad en la Teoría de las Relaciones Internacionales» que fue publicado en el número 72 de la Revista CIDOB d’Aferes  Internacionals. En dicho texto, el autor realiza un esbozo de la evolución del concepto de seguridad en la Teoría de las relaciones internacionales, marcando como punto de inflexión el fin de la Guerra Fría y la emergencia de la globalización.

El objetivo de esta entrada es rescatar algunos de los conceptos que el autor refiere respecto de la seguridad en en las teorías de relaciones internacionales, que considero pueden ser de utilidad para el análisis no solo de la realidad internacional sino también de la realidad nacional.

En materia de relaciones internacionales, los estudios de seguridad surgen durante la Guerra Fría sustituyendo poco a poco el protagonismo que tenían los conceptos de paz y poder. «La seguridad se ha convertido en un eje articulador de los debates en relaciones internacionales, asumiendo programas de investigación científica y tratando problemas que no se resolvían o asumían satisfactoriamente desde el debate entre realistas e idealistas» (Orozco, 2006: 163).

La seguridad es un instrumento del poder político. Este la invoca para referirse a todos los ámbitos de la sociedad que se hallan en peligro o amenaza y que el Estado debe proteger (Orozco, 2006: 164). Esta es la base para los distintos tipos de seguridad que se conforman como objeto de estudio de la ciencia política y de las relaciones internacionales. Por ejemplo, seguridad nacional, hace referencia a la integridad del Estado, bajo la ausencia de agresiones del exterior y frente a movimientos internos que lo pueden poner en peligro. Es decir, el Estado es el objeto de la seguridad.

Para el autor, «uno de los problemas centrales al abordar la seguridad en la Teoría de las Relaciones Internacionales consiste en determinar la referencia del mismo concepto, es decir, a quién o a que nivel se aplica la seguridad (…) Por ello, y para abordar con mayor rigurosidad el concepto, se hace indispensable determinar, en primer lugar, la referencia de la seguridad. La cuestión consiste en despejar entonces: ¿cuál es el objeto referente de la seguridad?» (Orozco, 2006: 166).

Ante estas primeras referencias, la pregunta es fundamental en materia de generación de políticas publicas en materia de seguridad, toda vez que si se tiene bien clarificado ¿qué se entiende por seguridad? y ante ello ¿cuál es el objeto referente de la seguridad? posiblemente se logre una distinción entre aquellas estrategias que están encaminadas a proteger al Estado y quiénes serán los agentes encargados de ello, y las que deben estar encaminadas en proteger a las personas y de igual forma, quienes serán los agentes encargados de ello, es decir, una clara linea entre lo militar y lo policial.

Para el autor, los paradigmas realistas y neorrealistas de las teorías de las Relaciones Internacionales tienen como objeto referente de la seguridad a la integridad territorial del Estado, pues a partir de ello se pueden conservar los intereses de la nación y con ello el bienestar de la sociedad. Esto se debe a que el Estado es el principal actor de la política internacional para estas corrientes de pensamiento.

El constructivismo en cambio, percibe a la seguridad de cada Estado como una condición que depende del esfuerzo por ahondar en los lazos de identidad que permitan una mayor cooperación y estimulen la supervivencia de instituciones eficaces a la hora de dirimir los conflictos (Orozco, 2006: 167). Sin embargo, se sigue manteniendo al Estado como objeto en materia de seguridad, dejando en segundo plano las cuestiones de seguridad referente a las personas.

El cambio radical surge con las corrientes críticas en las Relaciones Internacionales, que ponen como objeto referente de la seguridad al ser humano, es decir, la famosa seguridad humana. El autor refiere que:

«Si se cayera en la ilusión reduccionista de empaquetar a la seguridad humana únicamente como subsidiaria de la seguridad nacional o internacional, considerando que una extensión de esos ámbitos traería la garantía de la protección de los bienes individuales humanos, se perdería el concepto del sujeto como el referente central de la seguridad. Los nuevos enfoques sobre la seguridad han llamado la atención sobre el hecho de que la seguridad de los individuos, durante mucho tiempo, ha sido subsidiaria de la del Estado, lo que ha conllevado a las violaciones más atroces de los derechos humanos. Considerando que las políticas de seguridad responden a intereses concretos, es posible decir que no todos los intereses se reflejan en la formulación de la política, por lo cual puede haber sectores excluidos de la misma, o inclusive amenazados por su puesta en marcha. Por ende, la protección y preservación de las personas deriva no sólo de la seguridad del Estado como unidad política, sino también del acceso individual a los recursos que le permiten llevar una adecuada calidad de vida» (Orozco, 2006: 168).

De lo anterior surgen algunas preguntas referentes a la política en materia de seguridad que se ha implementado al interior del Estado mexicano ¿Bajo que enfoque de seguridad se han desarrollado las políticas públicas en la materia? ¿la militarización de la seguridad pública es respuesta de considerar a la seguridad humana como subsidiaria de la del Estado? El autor menciona que en una definición canónica de la seguridad se dice que esta consiste en librarse de las amenazas y en ser capaz, bien sean los estados o las sociedades, de mantener su independencia en lo que se refiere a su identidad, y asuntos integración funcional, frente a fuerzas de cambio consideradas hostiles (Orozco, 2006: 169). Entonces ¿a quién o a qué amenaza en realidad el crimen organizado y el narcotráfico? que desde el sexenio de Felipe Calderón se posicionaron como los principales ejes a reducir para mantener la seguridad del país.

La seguridad, no solo es un problema social sino también un problema académico, los componentes de la citada seguridad humana que son: la seguridad económica, la seguridad alimenticia, la seguridad de salud, seguridad ambienta, seguridad personal, seguridad comunal y seguridad política ((Orozco, 2006: 176), vienen a complicar pero al mismo tiempo reforzar, la necesidad de aplicar en materia de políticas públicas, los paradigmas críticos de la seguridad.

El articulo, es altamente recomendable si te interesa abordar el concepto de seguridad desde las Relaciones Internacionales, y además, la bibliografía del mismo permite ampliar la discusión en la materia contando con referencias a autores como Barry Buzan y Ole Waever de la Escuela de Copenhague; Robert Keohane y Joseph Nye, quienes hablan de la interdependencia en relaciones internacionales, entre otras.

Si quieres consultar el texto completo puedes hacerlo aquí: https://www.raco.cat/index.php/revistacidob/article/viewFile/28455/28289 y aquí https://www.jstor.org/stable/40586218?seq=1#page_scan_tab_contents

Una respuesta a “Los paradigmas de seguridad desde las Relaciones Internacionales.”

  1. Buen trabajo!

    Me gusta

Deja un comentario

Tendencias